Estoy frente a la máquina y me siento mal. Creo que voy a vomitar! No sé cuánto pero creo que por lo menos un poquito sí!
Me he echado un par de eruptos y lo he notado.
Espero no echar tanto como el día del Diablito. Ay papi! Todo empezó con una propuesta y acabó con la pérdida de consciencia. Me sugirieron la cata de un nuevo "mejunje" y........ay ay ay!
Acabé sumido en un mar de luces, imágenes y sonidos que perdían coherencia a medida que el desconocido Diablito se asentaba en mi organismo. Se asentó del todo hermanos, se asentó! Y ahí empezó el problema.
Esa mezcla etílica, compuesta por ron 154 -ron de batalla- un par de licores más que no recuerdo y limonada se sirve en vaso largo, formato cubata y posee un efecto abrumador.
Conmigo, acabó! Me advirtieron de su poder letal pero yo... con un par de cojones!.
Hermanos, como era de esperar, mi solvencia como conductor se puso en cuestión y finalmente fueron mis acompañantes los que procedieron al traslado de mi cuerpo.
Cosa típica es que el afectado etílico empiece con mareos y malestares que casi siempre acaban en las clásicas contracciones y posterior expulsión de líquidos e incluso algún sólido por vía oral u otras.
Eso me pasó!
Cabeza al exterior del vehículo y venga, tó pa fuera!
Mis acompañantes miraban al "jefe" vomitar. Sólo por vía oral!
Recuerdo los escasos momentos de lucidez! Y me río!
Y mientras me río suena Juan Luis -para los amigos-
y me pongo tierno
y aparece la "pieldepollo"
y sigue sonando Juan Luis -para lo amigos-
y me excito y me levanto
y me pego un bailecito que no viene al caso, ¡o sí !
y canto un poquito la canción
y cierro los ojos
y viajo hasta el malecón
y estoy sentadito con cigarrillo y ron
y pasa una guagua con música "al tope"
una de Juan Luis -para los amigos-
y una mulata se acerca y me mira
y me guiña el ojo y yo le sonrío
y me manda un beso y pasea ante mí
y menea el culito
y le digo: ¡ Bonitaaa!
y ella se gira
y me dice:¡ Mi amol!
y le mando un beso
y me dice adiós
y de repente desaparecemos los dos.
Mis acompañantes dejaron al "jefe"en la casa aparcaron el coche y se fueron. Yo ya estaba ido! Dormí la mona, hasta tarde!
Aún y así esa tarde de domingo y en estado precario quedé con Luis Tambora.
dimecres, de desembre 06, 2006
Subscriure's a:
Missatges (Atom)